lunedì 9 aprile 2007

Perú- Camino Inca

La settimana di Pasqua ho realizzato uno dei miei sogni, una delle mie 30 cose da fare prima dei 30. Sono arrivata a Machu Picchu (=montagna vecchia) all'alba di giovedi 5 aprile, dop 4 giorni di cammino a diverse altitudini, sotto la pioggia, con il vento e il gelo della notte. tanta fatica ma tantissima soddisfazione. Un sogno. Dal km 82, fino alla cittá Inca; 49 Km circa passando dai 2000 ai 4220 metri, il punto piú alto raggiunto, salendo i 4000 gradini posti dall'esercito e dagli schiavi del re qualche secolo fa ( 1400 circa). Una cittá costruita in 200 anni. Ogni pietra levigata, scalfita, tagliata come voleva il re, per costruire case, muri, scale, strade. Una cittá ma anche un osservatorio astronomico (il tempio del sole era costruito in modo che ad ogni solstizio d'inverno, il 21 di giugno , il sole entrasse dalla finestra centrale e da quelle laterali durante il solstizio d'estate, il 21 dicembre). Una perfezione che lascia a bocca perta. Protetta da una doppia fila di montagne, si dirada la nebbia e appare verdissima e innocente, segreta e misteriosa.
Machu Picchu: candidata ad essere una delle nuove 7 meraviglie del mondo
Razones del porqué merece ganar!
AGUAS CALIENTES.- Su nombre es sinónimo de misterio, de leyenda. Pronunciarlo despierta los sentidos y enseguida enciende la imaginación. Machu Picchu, la ciudad perdida de los incas, el mágico reinado del Sol. Uno de los lugares más fascinantes del planeta y quizá la obra más fabulosa de la civilización más grande e importante que haya habitado en América del Sur. Un sitio que cautiva a simple vista, y que encanta y subyuga definitivamente cuanto más se la contempla. Complejo de observación astronómica, último bastión de resistencia indígena ante el avance español, foco administrativo y de producción agrícola, lugar de peregrinaje religioso, centro ceremonial.. Muchas son las teorías que intentan explicar su origen, pero nadie puede decir a ciencia cierta cuál fue la verdadera naturaleza de esta ciudadela construida entre finales del siglo XIV y principios del siglo XV en el valle que forman los cerros Huayna Picchu y Machu Picchu, a 2400 m de altura y 112 kilómetros al noroeste de Cuzco y cinco de esta ciudad. Y de ahí que el misterio sea parte de su propia esencia. De ahí su encanto. De ahí su eterna e irresistible atracción. Conocer Machu Picchu tiene las características de un viaje iniciático. Se siente a cada paso y se nota en los rostros de cada uno de los que indefectiblemente se rinden ante la belleza del lugar, que fue dado a conocer al mundo por el norteamericano Hiram Bingham, joven profesor de historia de la Universidad de Yale que, en 1911, fue llevado por un campesino hasta las ruinas en su búsqueda de Vilcabamba, el último reducto de los incas. Y parte de esa atracción obedece, sin duda, a la complejidad que para muchos significa llegar aquí. Es que la gran mayoría opta por hacerlo a pie, recorriendo los 46 kilómetros que componen el llamado Camino del Inca. Considerada como la ruta de trekking más famosa de América y una de las más espectaculares del mundo, es un recorrido de enorme belleza en el que las ruinas incas se entremezclan con la profusa vegetación de la selva andina para componer un recorrido místico y revitalizante. El Camino del Inca es un conjunto de senderos de tierra terraplenada y tramos de piedra con muros laterales de contención que se extiende entre cerros, quebradas, túneles y puentes colgantes, y que atraviesa cursos de agua, valles de una fertilidad asombrosa, selvas profundas y varias cumbres con alturas que van desde los 2125 metros de altura, llegando hasta los 3800 (masticando hojas de coca para aguantar) para luego descender nuevamente hasta los 2400. Desandarlo demanda unos cuatro días de agotadora marcha (la falta de oxígeno se recuerda a cada paso) y su recorrido culmina en Intipunku o Puerta del Sol, una construcción de roca realizada casi en la cima del cerro Machu Picchu. El Intipunku hace las veces de portal detrás del cual, y a la distancia, se descubre, magnífica y monumental, la ciudadela. Desde ahí se desprende otro sendero tapizado de piedra atraviesa el sector agrícola. En éste, en medio de una innumerable sucesión de terrazas y graderías de cultivo, se destacan las primeras construcciones, como las casas de los guardianes y la llamada Roca Funeraria, enorme piedra con fines rituales colocada muy cerca de lo que se cree fue el cementerio. Este primer acercamiento permite ir palpando lo que vendrá. Luego, en forma abrupta, el camino se interrumpe ante una extensa muralla de piedra en la que como perdida, en uno de los extremos, se encuentra la única apertura. Se trata de la entrada original al complejo y se cree que fue planteado así por cuestiones de seguridad. De hecho, vista desde arriba pasa prácticamente inadvertida. Una vez traspasado el umbral, Machu Picchu se descubre por entero ante los ojos. Es que desde ahí uno a uno va apareciendo una sucesión de edificios que muestran una organización urbanística estudiada y planificada hasta el más mínimo detalle, y que llama la atención no sólo por su disposición en medio de esa geografía tan difícil, sino también por la perfección con la que fueron cortados, labrados y encastrados los enormes bloques de piedra que conforman cada edificio. La Residencia Real, donde se cree moró el emperador Pachacútec; el Templo de las Tres Ventanas, con su enorme muro construido a partir de una sola roca en la cual se tallaron tres ventanas de forma trapezoidal; el Templo Principal y un poco más adelante Intihuatana, o lugar donde se amarra del Sol , una roca tallada de forma similar a un reloj de sol y que era utilizada para medir los solsticios y planificar las épocas de siembra y cosecha. Del otro lado, tras cruzar la llamada plaza principal, se llega al Altar de la Réplica de los Apus, o Piedra Sagrada, talla realizada sobre una enorme pieza de granito que sobresale de la tierra y en la que se reproducen casi a la perfección las siluetas del Machu Picchu y del Huayna Picchu; luego, el Templo del Sol, construcción circular que hacía las veces de observatorio astronómico, con ventanas en las cuatro direcciones y desde donde cada 22 de junio, el sol se asoma exactamente en una de sus ventanas en una perfección que asombra. Como todo lo que hay en, los alrededores. Como Machu Picchu en sí mismo.

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panni al sole

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